En la era digital los consumidores son más exigentes en sus hábitos de compra y en contratos de servicios, situación que ha motivado a las empresas a implementar tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), Big Data o Cómputo Cognitivo, con el fin de no rezagarse en sus mercados.
Un ejemplo de ello es el valor comercial global derivado de la IA, el cual se estimó en 1.2 millones de dólares en 2018, cifra que supuso un aumento de 70% en comparación con 2017, de acuerdo con información de Nearshore Delivery Solutions.
Gustavo Parés, director general de la firma mexicana de Inteligencia Artificial, declaró que «estas nuevas tecnologías llegaron para ayudarnos y optimizar la forma en que trabajamos. Por ejemplo, los chatbots, que ya se emplean en una variedad de plataformas y aplicaciones enfocadas a mejorar la calidad del servicio de nuestras ventas«.