General Motors ha detenido temporalmente la producción en su planta de ensamblaje ubicada en Silao, México, afectando la fabricación de sus modelos más vendidos: Chevrolet Silverado y GMC Sierra. La instalación permaneció inactiva durante las dos primeras semanas de julio y se prevé que vuelva a suspender operaciones en las semanas del 4 y 11 de agosto, aunque la empresa no ha confirmado fechas exactas.
La compañía explicó que estas pausas forman parte de un “proceso operativo estándar” orientado a optimizar la producción, una práctica común en la industria para realizar ajustes de línea o mantenimiento. Sin embargo, la duración prolongada de la inactividad resulta inusual para una planta que ensambla los vehículos más rentables de GM, cuyas operaciones suelen mantenerse activas las 24 horas del día.
En el primer semestre de 2025, GM reportó la venta de 278,599 unidades de Silverado, un incremento del 2% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que Sierra alcanzó 166,409 unidades, con un crecimiento interanual del 12%. Estos modelos representan una parte significativa de los ingresos de la automotriz en Estados Unidos, junto con Ford y Stellantis, cuyos portafolios también dependen de las camionetas.
La decisión de GM se da en un contexto marcado por tensiones comerciales. Las medidas arancelarias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump han afectado las cadenas de suministro, mientras que las restricciones de China sobre materiales clave como los metales de tierras raras han obligado a las automotrices a replantear sus estrategias de producción.