Huawei ha comenzado a ofrecer su procesador Ascend 910B en países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Tailandia, como parte de una estrategia para posicionarse en mercados emergentes de Oriente Medio y el Sudeste Asiático. Aunque no se han firmado contratos, la firma china ha puesto a disposición miles de unidades para mostrar las capacidades de sus microchips con inteligencia artificial (IA).
Además, Huawei ha habilitado el acceso remoto a su sistema CloudMatrix 384, construido con los más avanzados Ascend 910C, aunque este aún no se exporta debido a su disponibilidad limitada. La prioridad sigue siendo el mercado chino, afectado por las sanciones estadounidenses que restringen el acceso a chips de alto rendimiento.
Los países cortejados por Huawei dependen actualmente de proveedores como Nvidia y AMD para sus infraestructuras de IA. Mientras que Emiratos Árabes Unidos ha mostrado poco interés, Arabia Saudí se mantiene abierta a un posible acuerdo. La postura de Tailandia no ha sido confirmada.
Desde Washington, las autoridades consideran que los procesadores Ascend están al menos una generación detrás de los productos líderes del mercado, por lo que no han expresado alarma. La Casa Blanca estima que Huawei solo podrá fabricar 200,000 chips con IA integrada en 2025, cifra insuficiente para cubrir la demanda interna de China, que requiere millones de unidades.