En un reciente discurso, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, reveló que el país posee enormes depósitos de oro sin explotar, valorados en hasta 3 billones de dólares, lo que representaría más del 8,800% de su PIB actual. Bukele agregó que además de oro, se han encontrado otros recursos como galio, tántalo y estaño, esenciales para la cuarta y quinta revolución industrial.
El mandatario destacó que solo explotando el 4% de los depósitos de oro se podrían generar 131 mil millones de dólares, equivalentes al 380% del PIB de El Salvador. Según Bukele, un uso responsable de estos recursos naturales podría transformar la economía del país de manera inmediata.
No obstante, la propuesta de levantar la prohibición de la minería enfrenta una fuerte oposición, especialmente de grupos como la Alianza Centroamericana Contra la Minería, que advierten sobre los impactos ambientales de la minería a cielo abierto en áreas sensibles como Chalatenango.
Esta postura contrasta con la decisión tomada en 2017 por el expresidente Salvador Sánchez Cerén, quien impuso la prohibición a la minería debido a los riesgos asociados con el uso de sustancias tóxicas en el proceso de extracción.
Por su parte, Bukele ha señalado que los recursos provenientes de la minería podrían destinarse, entre otras cosas, a limpiar los ríos de El Salvador, ya que alrededor del 95% de los ríos del país están contaminados. Esta iniciativa de cambiar la política minera del país se suma a otras reformas radicales bajo su liderazgo, como la adopción del bitcoin como moneda de curso legal en 2021.