Nestlé anunció la eliminación de 16,000 puestos de trabajo como parte de una estrategia para reducir costos y recuperar la confianza de los inversores. El nuevo director general, Philipp Navratil, informó que el objetivo de ahorro se elevó a 3,000 millones de francos suizos para finales de 2027.
Los recortes representan el 5.8% de la plantilla global y se concentrarán en 12,000 empleos administrativos durante los próximos dos años, además de 4,000 puestos en áreas de fabricación y cadena de suministro. Navratil afirmó que la empresa necesita adaptarse con mayor rapidez: “El mundo está cambiando y Nestlé necesita cambiar más rápido”.
La compañía enfrenta presiones externas como los aranceles de importación de Estados Unidos, que alcanzan el 39% sobre productos suizos desde agosto. Aunque gran parte de sus ventas en ese país se producen localmente, el entorno comercial ha afectado la rentabilidad y el precio de sus acciones.
Nestlé atraviesa además una etapa de transición gerencial, tras la salida de Laurent Freixe y la renuncia anticipada del presidente Paul Bulcke, quien fue reemplazado por Pablo Isla, exdirector de Inditex. Los analistas calificaron los recortes como una “sorpresa significativa”.
A pesar de los ajustes, la empresa mantuvo sus previsiones para 2025, con un margen operativo subyacente estimado en 16% o más, y una meta de al menos 17% a mediano plazo. Se prevé que la mayoría de los ahorros se materialicen entre 2026 y 2027, con 700 millones de francos proyectados para 2025.
En el último trimestre, las ventas orgánicas crecieron 4.3%, superando las estimaciones del mercado. El alza fue impulsada por los precios del café y los productos de confitería, aunque el desempeño en Gran China se mantuvo débil. La directora financiera, Anna Manz, reconoció que Nestlé priorizó la distribución sin generar suficiente demanda, y aseguró que se están corrigiendo esas decisiones.