empresa planea iniciar la producción en masa en junio, en un esfuerzo por mantenerse competitiva en el mercado chino sin contravenir las regulaciones de Estados Unidos.
El nuevo chip, basado en la arquitectura Blackwell, tendrá un precio estimado entre 6,500 y 8,000 dólares, lo que representa una reducción respecto a los 10,000-12,000 dólares del H20. La disminución del costo se debe a especificaciones más limitadas y un proceso de fabricación simplificado, incluyendo el uso de memoria GDDR7 convencional en lugar de tecnología avanzada de alto ancho de banda.
Además, el chip se basará en el RTX Pro 6000D, un procesador gráfico de clase servidor, y no utilizará el empaquetado Chip-on-Wafer-on-Substrate (CoWoS) de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., lo que reducirá los costos de producción y facilitará su comercialización.
Un portavoz de Nvidia señaló que la compañía aún evalúa sus opciones. “Hasta que no lleguemos a un acuerdo sobre un nuevo diseño de producto y recibamos la aprobación del gobierno estadounidense, estamos efectivamente excluidos del mercado chino de centros de datos de 50,000 millones de dólares”, afirmó.