La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), a través de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), presentó el análisis costo-beneficio del tramo ferroviario de pasajeros Saltillo-Nuevo Laredo, un proyecto que contempla 363.1 kilómetros de extensión y una inversión estimada de 138,060 millones de pesos.
El trazado atravesará Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas y forma parte de la ruta México-Nuevo Laredo, una de las iniciativas destacadas por la Presidenta Claudia Sheinbaum. Para su primer año de construcción, se prevé una inversión inicial de 30,000 millones de pesos, utilizando derecho de vía existente de rutas de carga operadas por Canadian Pacific Kansas City (CPKC), además de nuevas áreas necesarias para optimizar el recorrido.
El proyecto contempla una infraestructura de doble vía sin electrificar, con una velocidad de diseño de entre 177 y 200 km/h, además de 11 viaductos y dos túneles. La operación contará con 11 trenes de tracción diésel-eléctrica, con capacidad de 350 a 500 pasajeros, y estará equipada con espacios para personas con movilidad reducida, maleteros, baños y cafetería.
En el análisis, elaborado por la firma Transconsult, se identificaron riesgos asociados, entre ellos el aumento en costos de construcción, la disponibilidad presupuestaria, así como posibles impactos en la demanda por contingencias económicas o sanitarias.
El tramo ferroviario contará con cinco paradas, incluyendo dos terminales en Saltillo y Nuevo Laredo, además de tres estaciones intermedias en Santa Catarina, Monterrey centro y Monterrey norte (Las Torres). La obra está programada para finalizar a finales de 2028, con el inicio de operaciones previsto para 2029, estimando una demanda de 40,197 pasajeros diarios.