Tesla planea ampliar su servicio de robotaxis al Área de la Bahía de San Francisco en un plazo de uno o dos meses, informó el CEO Elon Musk a través de la red social X. La expansión depende aún de autorizaciones regulatorias por parte de las autoridades californianas.
El anuncio llega semanas después de que la compañía iniciara pruebas limitadas en Austin, Texas. En esa ciudad, el servicio comenzó con una docena de vehículos, pasajeros seleccionados y restricciones operativas, como la presencia de un monitor de seguridad a bordo.
Según Musk, este fin de semana el piloto en Austin cubrirá una zona más amplia. Sin embargo, no se detalló qué áreas específicas se añadirán.
A diferencia de Texas, donde Tesla ha enfrentado pocas restricciones, California exige múltiples permisos para operar vehículos autónomos con fines comerciales. Las empresas deben obtener autorizaciones tanto del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) como de la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC).
Hasta ahora, Tesla ha recibido solo la primera aprobación de parte de la CPUC. Aún necesita completar otros trámites para poder operar una flota comercial completamente autónoma en el estado.
El desarrollo de robotaxis es clave para el futuro de Tesla, sobre todo ante la caída en ventas de sus modelos eléctricos actuales y el creciente escrutinio hacia Musk. Inversionistas ven en la autonomía vehicular y la robótica impulsada por inteligencia artificial las principales apuestas de crecimiento a largo plazo para la empresa.
No obstante, otras compañías del sector han enfrentado dificultades. General Motors, por ejemplo, suspendió operaciones de su unidad Cruise tras incidentes y revisiones regulatorias. Waymo, propiedad de Alphabet, es actualmente la única empresa con robotaxis activos cobrando a usuarios en múltiples ciudades, incluida San Francisco.
Las pruebas recientes de Tesla en Austin han generado críticas por errores de navegación y maniobras inseguras, según reportes de usuarios que compartieron videos en redes sociales.