The Metals Company (TMC) ha sorprendido al solicitar al gobierno de Donald Trump el primer permiso comercial para la extracción de nódulos polimetálicos en aguas internacionales, dejando de lado la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), organismo competente en la materia.
El CEO de TMC, Gerard Barron, afirmó que el proceso de autorización será rápido gracias a la orden ejecutiva del presidente Trump. “Prevemos un proceso de permisos acelerado. Esto significa que, con suerte, dentro del próximo año o incluso antes de fin de año, recibiremos la autorización del gobierno estadounidense para avanzar”, señaló Barron.
La empresa ya dispone del buque de producción Hidden Gems, de All Seas, y ha completado la transformación de los nódulos en productos intermedios de níquel, cobre, cobalto y manganeso. Su objetivo es alcanzar una producción de 12 millones de toneladas anuales para 2030-2031.
Barron desestimó las preocupaciones ambientales expresadas por activistas, comparando la oposición a la minería submarina con la resistencia inicial a la energía nuclear. “Dramatizaron los posibles impactos, mintieron sobre los hechos y terminamos quemando toneladas de combustibles fósiles, contribuyendo a las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó.
La empresa ha decidido operar bajo la jurisdicción estadounidense, en lugar de la ISA, que aún no ha finalizado el desarrollo de un código minero para aguas profundas. Barron criticó el proceso, señalando que ha sido bloqueado por activistas y países que buscan retrasar su implementación.