Los trabajadores de Volkswagen han expresado su fuerte descontento ante la posibilidad de cierres de plantas, lo que consideran un “error histórico”. Este miércoles, los líderes del sindicato IG Metall iniciaron conversaciones salariales cruciales que podrían influir en la decisión del gigante automovilístico sobre despidos y cierres en Alemania.
El sindicato, que representa a 130,000 trabajadores de Volkswagen en el país, ha advertido que cualquier intento de cierre de fábricas sería inaceptable, lo que marcaría la primera vez que la empresa realiza despidos de esta magnitud en Alemania. Las tensiones son altas, especialmente después de que Volkswagen terminara acuerdos laborales que protegían el empleo en seis de sus plantas desde los años 90.
El negociador jefe de IG Metall, Thorsten Groeger, ha señalado que los recortes de empleo son injustificables, responsabilizando a la alta dirección y al insuficiente apoyo del gobierno. IG Metall ha amenazado con iniciar huelgas a partir de diciembre si no se logra un aumento salarial del 7 por ciento.
Además, Daniela Cavallo, jefa del comité de empresa, recordó la historia de Volkswagen, aludiendo a la expropiación de fondos sindicales durante el Tercer Reich y destacando que esos recursos, si no hubieran sido robados, habrían generado miles de millones de euros en la actualidad.
Por su parte, Volkswagen argumenta que los altos costos de energía y mano de obra en Alemania la colocan en desventaja frente a competidores europeos y chinos, quienes buscan aumentar su participación en el mercado de vehículos eléctricos.
Esta situación refleja un punto crítico en la relación entre Volkswagen y sus trabajadores, donde la dirección y el sindicato deben encontrar una solución que evite una posible crisis laboral en el futuro cercano.