Durante una visita oficial a China, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, confirmó que la compañía continuará “aumentando la inversión” en la segunda mayor economía del mundo. La declaración ocurre en medio de tensiones comerciales, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con imponer un arancel general del 100 % a las importaciones chinas.
Cook se reunió con el ministro de Industria y Tecnología de la Información, Li Lecheng, quien aseguró que China mantendrá un entorno empresarial favorable para empresas extranjeras. El ejecutivo señaló que Apple busca “mejorar aún más el nivel y la calidad de la cooperación” con el mercado chino.
China representa el 17 % de las ventas anuales de Apple y sigue siendo un centro clave de fabricación. Aunque la empresa ha diversificado parte de su cadena de suministro hacia India y Vietnam, la mayoría de los iPhone aún se producen en China, a través de Foxconn y Luxshare.
Durante su visita, Cook también recorrió una tienda de Apple en Shanghái y se reunió con el ilustrador Kasing Lung, creador de Labubu. El gesto refuerza la presencia cultural de la marca en uno de sus mercados más estratégicos fuera de Estados Unidos.
Las declaraciones del CEO se producen tras la decisión de Pekín de endurecer los controles de exportación sobre tierras raras, lo que provocó la amenaza de represalias comerciales por parte de Washington. Aunque los teléfonos inteligentes siguen exentos de aranceles, el escenario genera incertidumbre en el sector tecnológico.
En paralelo, Apple ha anunciado una inversión de más de 500 mil millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos cuatro años. La medida responde a las exigencias de la administración Trump para repatriar capital y fortalecer la manufactura nacional.