Boeing comenzó con los despidos anunciados en octubre para reducir su plantilla global en un 10%. En una primera fase, 2,200 empleados en el estado de Washington recibirán notificaciones de despido, con efectividad a partir del 20 de diciembre. Esta decisión se enmarca dentro del ajuste estratégico del fabricante de aviones, que empleaba a 170,688 personas al cierre de 2023.
El estado de Washington, donde Boeing tiene su sede y sus principales plantas de producción, ha sido el epicentro de esta reestructuración. Las plantas de Renton y Everett, cruciales para la fabricación de los modelos 737, 777 y 767, fueron paralizadas durante una huelga de más de 50 días, liderada por más de 33,000 trabajadores sindicalizados.
Según Boeing, estos despidos responden a la necesidad de ajustar su nivel de empleados a una nueva realidad financiera y a las prioridades cambiantes del grupo. La mayoría de los despedidos recibirá indemnizaciones y continuará con cobertura de salud durante tres meses.
Este recorte de personal se realiza conforme a las normativas laborales de EU, que exigen que las empresas notifiquen a las autoridades locales con al menos 60 días de anticipación antes de ejecutar los despidos.