Ecuador enfrenta una drástica reducción en sus exportaciones mineras, con una estimación de descenso del 20% en comparación con el año anterior. Este retroceso ha sido atribuido a la crisis energética y a los retrasos en la emisión de licencias para la exportación, según la viceministra de minería, Rebeca Illescas. La crisis energética, provocada por la peor sequía en más de seis décadas, ha afectado gravemente la capacidad de las represas hidroeléctricas, reduciendo el suministro eléctrico del país.
Uno de los impactos más visibles de esta situación se refleja en la mina de cobre Mirador, que opera al 50% de su capacidad debido a cortes de energía que ya superan el mes. Ecuacorriente, operadora de la mina y subsidiaria del consorcio chino CRCC-Tongguan, ha anunciado una inversión de 650 millones de dólares para la segunda fase del proyecto, que se llevará a cabo en los próximos tres años.
El impacto de esta crisis energética también ha afectado las perspectivas de crecimiento del sector. A pesar de ello, Lumina Gold, una compañía canadiense, sigue adelante con el desarrollo de un importante proyecto aurífero en la provincia de El Oro, con producción programada para 2026, lo que contribuirá a diversificar las exportaciones mineras del país.
En términos económicos, las exportaciones mineras de Ecuador generaron 3.3 mil millones en 2023, posicionándose como un sector clave en la economía nacional. Aunque los actuales problemas limitan los resultados de este año, Illescas resaltó el esfuerzo por estabilizar el sector, el cual sigue siendo fundamental para los ingresos del país y su imagen como destino de inversiones internacionales.