General Motors (GM) elevó sus previsiones de beneficios para el año, tras reportar menores pérdidas en su división de vehículos eléctricos (EV) y una reducción en el impacto de los costos arancelarios. La automotriz ahora estima un beneficio operativo ajustado de entre 12,000 y 13,000 millones de dólares, por encima del rango previo.
La directora ejecutiva, Mary Barra, reconoció que la adopción de vehículos eléctricos será más lenta de lo previsto. “Al actuar con rapidez y decisión para abordar el exceso de capacidad, esperamos reducir las pérdidas de vehículos eléctricos en 2026 y en adelante”, afirmó. GM asumió un cargo de 1,600 millones de dólares por cambios en su estrategia EV.
Durante el tercer trimestre, la compañía reportó ingresos por 48,600 millones de dólares, una ligera baja interanual. Las ganancias ajustadas por acción alcanzaron 2.80 dólares, superando las expectativas del mercado. Las ventas en Estados Unidos crecieron un 6 %, con preferencia por modelos de mayor precio y equipamiento.
El desempeño financiero impulsó las acciones de GM un 14 %, su mayor alza diaria en casi seis años. También favoreció a sus competidores: Ford Motor y Stellantis subieron 4 % y 3 %, respectivamente. GM planea mitigar el 35 % del impacto arancelario mediante incentivos a la producción nacional.
Barra agradeció las actualizaciones regulatorias que permiten aplicar un crédito del 3.75 % sobre el precio de venta sugerido para vehículos ensamblados en Estados Unidos hasta 2030. La compañía también enfrenta riesgos por interrupciones en la cadena de suministro, especialmente por la disputa entre China y Países Bajos que afecta al fabricante de chips Nexperia.
GM reafirmó su compromiso con la producción local y señaló que mantiene negociaciones comerciales con México, Canadá y Corea del Sur, países clave en su cadena de suministro. La empresa anunció inversiones por 4,000 millones de dólares en plantas de Michigan, Kansas y Tennessee para fortalecer su presencia en Estados Unidos.