Huawei se encuentra en el centro de una controversia tras la publicación de acusaciones que señalan presuntas similitudes entre su modelo de inteligencia artificial, Pangu Pro MoE, y desarrollos previos de competidores como Alibaba. Las críticas surgieron en la plataforma GitHub, donde usuarios afirmaron que el código fuente de Pangu contenía fragmentos no acreditados, lo que encendió el debate sobre la transparencia y ética en el desarrollo de modelos de IA.
En respuesta, el laboratorio Noah’s Ark, responsable de la arquitectura de Pangu, negó cualquier irregularidad y defendió la originalidad del modelo, destacando que fue entrenado íntegramente con chips Ascend, desarrollados por Huawei como alternativa a los aceleradores de Nvidia. La compañía reconoció el uso de componentes de código abierto, pero aseguró que se respetaron los términos de las licencias y se marcaron claramente las declaraciones de derechos de autor.
La polémica se intensificó tras la aparición de una segunda publicación en GitHub, titulada “El dolor de Pangu”, en la que se detallan presuntas presiones internas y retrasos frente a rivales como DeepSeek y Qwen 2.5 de Alibaba. Aunque la publicación original fue eliminada, el debate continúa en la comunidad tecnológica, donde se cuestiona si Huawei recurrió a prácticas de “upcycling” para acelerar el desarrollo de su modelo.
Huawei, considerada un actor clave en los esfuerzos de China por reducir su dependencia tecnológica, ha mantenido una postura firme frente a las acusaciones. “Estamos deseosos de entablar debates profundos y profesionales sobre detalles técnicos con todos los miembros de la comunidad de código abierto”, señaló el equipo de Noah’s Ark en su comunicado.
El caso pone en relieve la creciente presión entre desarrolladores de modelos de lenguaje a gran escala (LLM) en China, donde más de 200 propuestas compiten por relevancia en sectores como gobierno, finanzas e industria. La defensa de Huawei no solo busca proteger su reputación, sino también reafirmar su papel en la carrera por la supremacía tecnológica en inteligencia artificial