El Ministerio de Transporte de Japón ha revelado que Toyota, junto con otros cuatro gigantes automotrices japoneses: Honda, Suzuki, Mazda y Yamaha, estuvieron involucrados en la manipulación de pruebas de certificación de algunos de sus modelos.
Tras inspeccionar las plantas de producción de estas empresas, el Ministerio ordenó la suspensión de la entrega de los modelos afectados hasta que se verifique el cumplimiento de las pruebas de certificación. En un comunicado, el Ministerio expresó su profunda preocupación por estas irregularidades, afirmando que minan la confianza de los usuarios en los estándares de seguridad vehicular.
Este incidente evoca recuerdos del caso Daihatsu, filial de Toyota, que tuvo que detener completamente su producción en Japón y solo pudo reanudarla el mes pasado después de una investigación interna. Toyota admitió que siete de sus modelos, tres de los cuales todavía están en producción en Japón, fueron evaluados con métodos diferentes a los estándares gubernamentales.
Las solicitudes de certificación de estos modelos presentaron datos inadecuados en las pruebas de seguridad para peatones y ocupantes, así como errores en las pruebas de choque. Aunque Toyota no utilizó la palabra “fraude” en su comunicado, el Ministerio sí lo hizo, destacando la gravedad del asunto.
Este suceso plantea interrogantes sobre la integridad de las pruebas de certificación en la industria automotriz japonesa y subraya la necesidad de una mayor transparencia y cumplimiento riguroso de los estándares regulatorios.
Te puede interesar
Toyota invertirá 2.2 mdd en Brasil, impulsará vehículos híbridos