Mazda Motor Corporation, con planta en Guanajuato, está analizando su estrategia de inversión en México debido a las amenazas de aranceles del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Trump ha propuesto un arancel del 25% a los productos provenientes de México, lo que ha llevado a la automotriz japonesa a considerar un “Plan B”.
Miguel Barbeyto, director de Mazda en México, declaró que la empresa busca continuar invirtiendo en el país, pero requiere certeza del gobierno mexicano sobre la protección de su inversión actual y futura. Cualquier cambio en la estrategia se evaluará cuidadosamente y de manera gradual, según las condiciones del mercado.
A pesar de la incertidumbre, Mazda reafirma su compromiso con México, donde espera vender 100,000 unidades anuales, convirtiéndolo en uno de los tres mercados más importantes para la marca. La planta de Salamanca produce modelos como el crossover CX-30 y el sedán Mazda3, destinando el 70% de su producción a Estados Unidos, el 25% a México, y el 5% a otros mercados como Canadá y Centroamérica.
Para 2024, Mazda prevé alcanzar una producción récord de 210,000 unidades, superando las 202,506 de 2023. Sin embargo, la incertidumbre también afecta a otras empresas automotrices, como Tesla, Stellantis y BYD, que están reevaluando sus inversiones en México.
El gobierno mexicano, encabezado por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha sostenido reuniones con CEOs de la industria automotriz y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) para fortalecer la postura negociadora de México ante Estados Unidos y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).