La automotriz japonesa Nissan analiza diversas estrategias para fortalecer su posición financiera, incluyendo la venta de activos y deuda, así como la posible reducción de operaciones en varias regiones.
Según documentos internos citados por Bloomberg News, Nissan busca recaudar $7,000 millones mediante la emisión de bonos convertibles y deuda de alto rendimiento, además de considerar un préstamo sindicado de $1,350 millones, respaldado por UK Export Finance, la agencia gubernamental británica que facilita financiamiento para exportadores.
La empresa también evalúa la venta de participaciones en Renault y AESC Group, así como la posible desinversión en plantas ubicadas en Sudáfrica y México. No obstante, el consejo de administración aún no ha aprobado la propuesta, lo que deja incertidumbre sobre el alcance final de estas medidas.
En paralelo, Nissan ha anunciado un plan de recorte de costos, con el objetivo de reducir su plantilla en un 15% y disminuir su número de fábricas de 17 a 10 a nivel global. Fuentes internas señalan que entre las posibles medidas se encuentra el cierre de dos plantas de ensamblaje en Japón y otras fábricas internacionales, incluida la de México.
“Estamos evaluando opciones que permitan una estructura más eficiente y competitiva en el mercado actual”, mencionó un portavoz de la empresa. Tras el informe de Bloomberg, las acciones de Nissan inicialmente subieron más de un 4%, aunque luego cedieron ganancias y cerraron con una caída del 0.3%.
El proceso de reestructuración de Nissan sigue en curso, con decisiones clave pendientes sobre financiamiento, reducción de operaciones y la continuidad de plantas estratégicas en diversas regiones.