El gobierno de Donald Trump presentó una nueva herramienta tecnológica destinada a mejorar el intercambio de datos clínicos entre compañías del sector sanitario. El objetivo principal es facilitar el acceso al historial médico digital de los pacientes y promover una atención más eficiente, especialmente en el tratamiento de enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad.
Más de 60 empresas se han comprometido con el desarrollo del sistema, entre ellas aseguradoras como United Health y CVS Health, y gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Apple. “Los sistemas actuales suelen ser lentos, costosos e incompatibles entre sí, pero con el anuncio de hoy damos un paso importante hacia la digitalización de la atención médica”, afirmó Trump durante el evento de presentación, acompañado por representantes empresariales.
La herramienta integrará inteligencia artificial en salud para monitorear síntomas, automatizar procesos y reemplazar formularios en papel por registros digitales interoperables. Esta transformación busca resolver uno de los principales desafíos del sistema sanitario estadounidense: la fragmentación de datos entre plataformas médicas.
Aunque los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) aseguran que el sistema cumplirá con estándares de protección de datos, el manejo de información personal por parte de empresas privadas ha generado inquietudes en sectores críticos. La iniciativa plantea un avance en la interoperabilidad médica, pero también abre el debate sobre los límites éticos y regulatorios en el uso de datos clínicos.