El Grupo Volkswagen ha revisado a la baja sus expectativas de rendimiento operativo, ajustándolas al 6.5-7%, desde el rango anterior de 7-7.5%. Esta decisión se debe a la contemplación por parte de Audi de cerrar su planta en Bruselas, afectada por la baja demanda de sus vehículos eléctricos de alta gama, como el Q8 e-tron.
Según la empresa matriz de Audi, los costos asociados a esta medida y otros gastos imprevistos podrían impactar hasta con 2,800 millones de dólares en el año fiscal 2024. La planta de Bruselas ha enfrentado desafíos estructurales persistentes, incluyendo dificultades de diseño y altos costos logísticos.
Audi ha anunciado un proceso de consulta para explorar soluciones alternativas, que podría llevar al cese de operaciones si no se encuentra una alternativa viable. Además, el Grupo Volkswagen reportó pérdidas adicionales debido a cambios en el tipo de cambio y el cierre planificado de ciertos negocios dentro de sus divisiones.
Este ajuste estratégico refleja los desafíos actuales del mercado automotriz global y la necesidad de adaptación ante condiciones cambiantes.
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