Volvo Cars enfrenta un recargo del 27.5% en aranceles para ingresar al mercado estadounidense, situación que podría extenderse hasta por dos años mientras la empresa considera trasladar parte de su producción a Estados Unidos, informó Hakan Samuelsson, recién reincorporado como consejero delegado del fabricante sueco.
En entrevista con el diario Dagens Nyheter, Samuelsson explicó que el incremento responde al nuevo arancel del 25% impuesto por la administración de Donald Trump, el cual se suma al 2.5% que ya pagaban previamente. Esto ha impactado directamente a los modelos XC60 y XC90, fabricados en Gotemburgo (Suecia), que son los más vendidos por Volvo en Estados Unidos.
Actualmente, la marca produce únicamente el modelo EX90 en territorio estadounidense, con menos de 3,000 unidades ensambladas hasta la fecha. De acuerdo con Samuelsson, el arancel adicional representa un sobrecosto aproximado de 165,000 coronas suecas (17,015 dólares) por vehículo, considerando que el precio promedio de los autos exportados ronda los 600,000 coronas suecas (61,876 dólares).
“Veremos una presión sobre los márgenes de ganancia y los clientes tendrán que pagar más”, advirtió.
La compañía, parte del grupo chino Geely, analiza ahora qué modelo trasladará a Estados Unidos. Samuelsson adelantó que se trataría de un SUV del mismo tamaño, posiblemente un híbrido enchufable nuevo, siempre que sea un vehículo con buena demanda en ese mercado.
Volvo no es el único fabricante afectado. El directivo mencionó que otras marcas europeas y japonesas, como Lexus, también enfrentan barreras comerciales similares. Asimismo, señaló que los aranceles del 100% impuestos por la administración de Joe Biden a vehículos fabricados en China también impactan al modelo eléctrico EX30, exportado desde ese país:
“Los coches chinos no pueden entrar en Estados Unidos”, afirmó.
Finalmente, Samuelsson expresó su expectativa de que las negociaciones entre la Unión Europea y el gobierno estadounidense puedan reducir los aranceles:
“Mi interpretación es que Estados Unidos quiere jugar una carta importante para tener la oportunidad de una nueva negociación. Esta es una interpretación positiva: espero tener razón. Sería bueno si pudiéramos bajar al 2.5% desde ambos lados”, concluyó.