Un sindicato de empleados de Starbucks comenzó una huelga el viernes en tres ciudades de Estados Unidos, que podría extenderse hasta Navidad si la empresa no accede a sus demandas. La protesta afecta inicialmente a las tiendas en Los Ángeles, Chicago y Seattle, y podría ampliar su alcance en los próximos días.
La huelga se produce tras meses de negociaciones fallidas. Workers United, el sindicato de baristas, exige mejores condiciones laborales y aumentos salariales, tras un paquete económico propuesto por Starbucks que solo incluye un incremento salarial del 1.5% para los próximos años, sin cambios significativos para los trabajadores sindicalizados. El sindicato afirma que Starbucks no ha cumplido con su promesa de renegociar los contratos y que el último paquete económico ofrecido fue insuficiente.
Por su parte, Starbucks asegura que los delegados sindicales interrumpieron las negociaciones prematuramente esta semana, a pesar de los avances logrados. La empresa destaca que ofrece un salario promedio de más de 18 dólares por hora y beneficios como cobertura sanitaria, baja familiar remunerada, subvenciones en acciones y matrícula universitaria gratuita para sus empleados.
La huelga ocurre en un contexto financiero complicado para Starbucks, que experimentó una caída en sus ventas durante el último trimestre. Las ventas del gigante de la restauración disminuyeron un 3% en comparación con el año anterior, alcanzando los 9,000 millones de dólares, con una caída del 7% en las ventas comparables a nivel mundial. Sus ganancias netas también cayeron más del 25%, sumando 909 millones de dólares.