El fabricante estadounidense Boeing ha revisado a la baja su pronóstico sobre la expansión de la flota comercial mundial, estimando que en 2044 habrá cerca de 50,000 aviones en operación, con 43,600 nuevas unidades fabricadas en las próximas dos décadas.
Según Darren Hulst, vicepresidente de marketing de la compañía, los problemas de suministro han sido un factor determinante en la reducción de entregas proyectadas. “Reiniciar la cadena de producción después de la pandemia ha resultado ser más complicado que la recuperación del tráfico aéreo”, afirmó. La escasez de aeronaves nuevas se sitúa actualmente entre 1,500 y 2,000 unidades, cifra que no cubriría la demanda total del mercado.
La competencia entre los principales fabricantes, Boeing y Airbus, sigue aumentando, con pedidos asegurados hasta principios de la próxima década. El déficit de aviones en el mercado continúa creciendo, lo que podría impactar la expansión de aerolíneas y los planes de renovación de flotas.
Las proyecciones indican que el 72% de la flota futura será de pasillo único, impulsado por el auge de vuelos nacionales y regionales en mercados emergentes, cuyo crecimiento anual se estima en 5%, superando el incremento de 3% en economías desarrolladas. Además, las rutas entre mercados emergentes tendrían un crecimiento del 6%, reflejando el impacto de aerolíneas de Oriente Medio, que han aumentado su participación en el tráfico global.
El informe también destaca que el sector genera 87 millones de empleos y mueve el 33% del valor de las mercancías, consolidando su papel clave en el desarrollo económico internacional. Sin embargo, los desafíos en la producción y la recuperación de la industria tras la pandemia siguen definiendo el panorama del mercado aeronáutico.