El gobierno de Canadá anunció una reducción en el volumen de acero extranjero libre de aranceles, como parte de una estrategia para proteger a su industria siderúrgica frente a prácticas comerciales desleales y los efectos de los gravámenes impuestos por Estados Unidos. Los países sin acuerdos comerciales con Canadá podrán exportar solo la mitad del volumen registrado en 2024; por encima de ese límite, se aplicará un arancel del 50%.
México no se verá afectado por esta medida, ya que los acuerdos vigentes en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se mantienen sin cambios. Sin embargo, el país enfrenta presiones paralelas por parte del gobierno estadounidense, que ha anunciado un arancel general del 30% a las exportaciones mexicanas, lo que ha generado preocupación sobre el impacto en el comercio manufacturero y el empleo.
Desde una planta en Hamilton, el primer ministro Mark Carney afirmó que la industria siderúrgica canadiense requiere condiciones más equitativas para enfrentar la transformación global del sector. En ese marco, también se aplicará un recargo del 25% a las importaciones de acero con origen en China, medida que excluye a Estados Unidos pero podría tener implicaciones indirectas para México si se detecta triangulación comercial.
Además del ajuste arancelario, Canadá destinará 1,000 millones de dólares canadienses a proyectos industriales y 70 millones adicionales para apoyar a trabajadores afectados por la reducción de empleos en el sector. Según Carney, el país podría convertirse en su mejor cliente de acero, si logra gestionar adecuadamente esta fase de transformación sectorial.