Toyota Motor Corporation ha anunciado una inversión de 2,000 millones de dólares para la construcción de una planta de vehículos eléctricos en el distrito de Jinshan, Shanghái, como parte de su estrategia de electrificación, consolidando su presencia en el mayor mercado automotriz del mundo.
La planta, que comenzará su construcción en junio de 2025 y prevé iniciar producción en 2027, estará enfocada en la fabricación de modelos eléctricos e híbridos enchufables de la marca Lexus. Además, incluirá instalaciones de investigación y desarrollo, con un fuerte enfoque en tecnologías como la conducción inteligente, el uso de hidrógeno como fuente de energía, y el reciclaje de baterías.
Según Tatsuro Ueda, presidente de Toyota Motor (China) Investment Co., Ltd., el proyecto busca liderar en términos de neutralidad de carbono y fortalecer la colaboración con proveedores locales. “Esperamos colaborar con más proveedores locales para mostrar las ventajas competitivas de la cadena industrial de NEV de China”, afirmó.
La planta tendrá una capacidad inicial de 100,000 unidades al año, generando al menos 1,000 empleos en su etapa inicial. Además, se espera que las baterías de última generación diseñadas por la automotriz japonesa reduzcan los costos de producción y mejoren la eficiencia energética de sus modelos, reforzando la posición tecnológica de la firma en un mercado altamente competitivo.
Este movimiento estratégico llega en un momento en el que las marcas extranjeras enfrentan desafíos para mantener su cuota de mercado frente a fabricantes locales como BYD, NIO y Geely, que ofrecen vehículos eléctricos más accesibles y adaptados a los gustos de los consumidores chinos.