La Administración del Ciberespacio de China (CAC) convocó a representantes de Nvidia para discutir supuestas vulnerabilidades en su chip de inteligencia artificial H20, diseñado para cumplir con las restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos. La agencia citó preocupaciones sobre funciones de rastreo de ubicación y apagado remoto, en línea con declaraciones de legisladores estadounidenses que promueven controles más estrictos sobre tecnologías sensibles.
La reunión se produce tras la visita del cofundador de Nvidia, Jensen Huang, a Pekín, donde se reunió con líderes tecnológicos locales y elogió el avance de empresas como DeepSeek y Alibaba. Aunque Huang negó que sus productos incluyan puertas traseras, el CAC solicitó documentación técnica para evaluar los riesgos. “La ciberseguridad es de vital importancia para nosotros”, afirmó Nvidia en un comunicado. “No hay ‘puertas traseras’ en nuestros chips que permitan acceso remoto”.
El contexto geopolítico añade complejidad al caso. Estados Unidos había autorizado recientemente la reanudación de ventas del H20 como parte de negociaciones comerciales, en las que China accedió a ampliar exportaciones de minerales estratégicos. Sin embargo, el escrutinio del CAC podría retrasar la distribución del chip en el país asiático, afectando los ingresos proyectados por la compañía para este año.
Expertos advierten que la revisión podría debilitar la posición de Nvidia en el mercado chino, donde enfrenta una creciente competencia de fabricantes locales como Huawei, cuyo chip Ascend 910C ha ganado terreno en aplicaciones de inferencia. “El escrutinio del CAC se alinea con el impulso de China hacia la autosuficiencia tecnológica”, señaló Charlie Dai, analista de Forrester.
La investigación sobre el H20 se suma a antecedentes similares en los que China ha cuestionado la seguridad de productos estadounidenses, como los chips de Micron e Intel. En este escenario, Nvidia deberá equilibrar sus compromisos regulatorios en EU con las exigencias del mercado chino, mientras persiste la tensión sobre el papel de la inteligencia artificial en la competencia global.