Por Pedro Parra
Socio de Consultoría y Líder de Ciberseguridad para EY Latinoamérica Norte
El panorama de negocios actual, marcado por la política monetaria incierta y la inflación, plantea retos para las organizaciones. Es por ello que la protección de la información y la implementación de medidas de seguridad no pueden quedar de lado, por el contrario, deben convertirse en una responsabilidad que trasciende al área de TI o al director de seguridad de la información.
Los riesgos asociados a la ciberseguridad se han vuelto una preocupación fundamental para los CEO de las principales empresas a nivel global. Según el estudio de EY, CEO Outlook Pulse Survey 2023, la ciberseguridad se ubica en la cuarta posición de los principales riesgos identificados por los líderes empresariales, con un preocupante 31% de los encuestados reconociendo su aumento.
El panorama empresarial actual exige una visión estratégica donde la defensa cibernética se convierta en una prioridad y vaya de la mano del resto de acciones de resiliencia corporativa. Las cadenas de suministro, por ejemplo, deben ser más ágiles y tecnológicas, pero también deben estar protegidas contra amenazas cibernéticas. Para lograrlo, los líderes empresariales deben aumentar el enfoque comercial y las inversiones en ciberdefensa.
También resulta de gran relevancia involucrar a todos los miembros de la organización en la estrategia y medidas de ciberseguridad. Si no se promueve una cultura de seguridad en todos los niveles, las posibilidades de vulnerabilidad aumentan significativamente. Es crucial que los CEO comiencen a plantear y discutir los riesgos cibernéticos con los miembros de la administración y de la compañía en general.
Por otro lado, es fundamental que las compañías cuenten con las herramientas, el talento y los procesos necesarios para gestionar eficazmente su estrategia. No solo se trata de aprovechar los beneficios de la transformación digital y la implementación de tecnología para acelerar el crecimiento, sino también de minimizar los riesgos que pueden tener graves consecuencias para las organizaciones.
Según la experiencia previa en entornos económicos complejos, aquellos CEO que invirtieron en capacidades futuras durante tiempos difíciles fueron los que más se beneficiaron en el período de recuperación. Por lo tanto, la ciberseguridad no solo es una medida de protección, sino también una oportunidad para el desarrollo sostenible y la resiliencia empresarial.
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