Por: Daniela Menéndez
Country Manager de Palo Alto Networks México
La llegada de las redes 5G ha marcado un antes y un después en la evolución tecnológica, ofreciendo velocidades de conexión y una capacidad de respuesta que continúan transformando la manera en que interactuamos con el mundo digital. Sin embargo, este avance también trae consigo nuevos desafíos en ciberseguridad, especialmente en un país como México, donde la adopción de tecnologías emergentes está en pleno auge.
En 2025, la ciberseguridad en redes 5G se enfrenta a amenazas cada vez más sofisticadas. Los ataques de ransomware, la suplantación de identidad mediante deepfakes y los hackeos a dispositivos IoT son solo algunas de las preocupaciones emergentes. La proliferación de dispositivos conectados, que se espera alcance los 32 mil millones para 2030 según Statista, amplía la superficie de ataque y aumenta la vulnerabilidad de las redes.
De conformidad con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la adopción de tecnologías IoT en México está en constante crecimiento, impulsada por la digitalización y la conectividad masiva de dispositivos. Las empresas mexicanas están integrando cada vez más dispositivos IoT en sus operaciones, especialmente en sectores críticos como la energía, manufactura y telecomunicaciones.
Actualmente, el 38.9% de las empresas que ofrecen servicios de IoT se encuentran en la Ciudad de México, el 15% en Jalisco, el 11.9% en Nuevo León y el 8.5% en el Estado de México. Esta tendencia subraya la importancia de implementar medidas de ciberseguridad robustas para proteger los datos y la infraestructura crítica, ya que el aumento en el número de dispositivos conectados amplía la superficie de ataque y las vulnerabilidades potenciales.
En el país, sectores decisivos como la banca y la salud deben priorizar la ciberseguridad para proteger sus operaciones y datos sensibles. En 2024, México registró un promedio de 3,124 ciberataques por semana, lo que representa un aumento del 78% en comparación con el año anterior, de acuerdo con Hays.
Este incremento subraya la necesidad urgente de implementar soluciones de seguridad robustas y proactivas. La infraestructura 5G, con su capacidad para soportar aplicaciones de alta demanda como ciudades inteligentes y el Internet de las Cosas (IoT), requiere medidas de seguridad avanzadas.
Su arquitectura, aunque mejora la conectividad, también introduce nuevas vulnerabilidades que deben ser abordadas con estrategias de seguridad integrales. Es crucial que las organizaciones adopten modelos de confianza cero y autenticación robusta para mitigar estos riesgos.