El gobierno de Donald Trump anunció que a partir de junio de 2027 entrarán en vigor aranceles a las importaciones de semiconductores provenientes de China, en una medida que busca responder a lo que Washington considera prácticas comerciales desleales en el sector tecnológico. La tasa arancelaria será definida con al menos 30 días de antelación, según el comunicado oficial.
La decisión se sustenta en una investigación de un año realizada por la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), iniciada durante la administración de Joe Biden bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974. El informe concluyó que la expansión estatal de la capacidad de producción de chips en China constituye una “carga o restricción para el comercio estadounidense”.
Los aranceles se enfocarán en los llamados “legacy chips” o semiconductores de tecnología madura, esenciales para industrias como la automotriz y las telecomunicaciones. “El objetivo de China de dominar la industria de los semiconductores no es razonable y supone una carga para el comercio estadounidense”, señaló la USTR en su comunicado.
La medida se enmarca en la creciente competencia tecnológica entre Estados Unidos y China, y podría impactar en las cadenas globales de suministro. Expertos advierten que los costos de componentes críticos podrían aumentar para fabricantes estadounidenses, mientras que el gobierno defiende la acción como parte de su estrategia para proteger la industria nacional y reducir la dependencia de importaciones chinas.
En paralelo, Washington impulsa la CHIPS Act, que busca fortalecer la producción doméstica de semiconductores y garantizar el suministro en sectores estratégicos. El anuncio de los aranceles refuerza la política de defensa comercial y refleja la intención de Estados Unidos de asegurar su posición en la industria global de semiconductores.






