El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics anotó un beneficio neto de 1.57 billones de wones (unos 1,173 millones de dólares o 1,062 millones de euros) en el primer trimestre del año, un 86.1% interanual menos, ante la caída de la demanda global de chips.
Con respecto al anterior trimestre, el último de 2022, la empresa, que ya anunció a principio de mes que reducirá su producción “en un nivel significativo” para ajustar inventarios, obtuvo una ganancia neta un 93.4% inferior, según detalló hoy la corporación con sede en Suwon (al sur de Seúl).
La compañía presentó a su vez un beneficio bruto operativo (EBITDA) de 1.83 billones de wones (1,367 millones de dólares o 1,238 millones de euros), lo que supone un 63.7% menos en comparación con enero-marzo de 2022.
El beneficio operativo de la compañía fue de 640,000 millones de wones (477 millones de dólares), un 85.1% interanual menos, al tiempo que su facturación se situó en 63,75 billones wones (47.608 millones de dólares o 43,104 millones de euros), un 9.5% menos, cifras que están en línea con su pronóstico de resultados presentado a principios de abril.
La división de Soluciones para dispositivos, encargada de la producción de chips, cosechó en los tres primeros meses de 2023 una pérdida operativa de 4.58 billones de wones (3,420 millones de dólares), lo que contrasta con el beneficio de 270,000 millones (201 millones de dólares o 182 millones de euros) del trimestre anterior y los 8.45 billones (6,310 millones de dólares o 5,714 millones de euros) del primer trimestre de 2022.
Se trata del primer descubierto operativo de esta rama de negocio, la principal de la empresa, en 14 años, ya que la última vez que esta división había anotado números rojos fue en el primer trimestre de 2009, en plena crisis financiera global.
Soluciones para dispositivos aglutinó a su vez unas ventas en enero-marzo por valor de 13.73 billones de wones (1,025 millones de dólares o 928 millones de euros), un 49% interanual menos y un 32% menos que lo que se embolsó en octubre-diciembre del año pasado.
En un comunicado, el mayor productor de chips de memoria del mundo indicó que espera que en la segunda mitad de este año “la demanda se recupere gradualmente, ya que los niveles de inventario de los clientes habrán disminuido debido a los ajustes realizados desde la segunda mitad del año pasado”, cuando comenzó a notarse la ralentización económica global.