El fabricante automotriz General Motors (GM) ha realizado una revisión de sus expectativas financieras para 2025, estimando un impacto de hasta 5 mil millones de dólares debido a los nuevos aranceles impuestos en Estados Unidos. Esta medida, impulsada por la administración de Donald Trump, ha generado incertidumbre en el sector, afectando costos de producción y abastecimiento.
Desde el 3 de abril, los automóviles importados han sido sujetos a un gravamen del 25%, lo que ha llevado a GM a replantear su estrategia operativa. A pesar de que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) protege ciertos componentes manufacturados en la región, la empresa enfrenta ajustes en su cadena de suministro, buscando reducir costos y optimizar procesos.
Ante este escenario, la compañía ha optado por implementar medidas de mitigación financiera, incluyendo reducción de gastos en áreas no esenciales y un enfoque en la producción doméstica. “Estamos revisando nuestras operaciones para adaptarnos a estas nuevas condiciones sin comprometer nuestra capacidad de crecimiento”, destacó Mary Barra, CEO de GM.
Además, la automotriz ha expresado su intención de mantener un diálogo con el gobierno estadounidense para evaluar posibles modificaciones en la política arancelaria. La industria sigue de cerca estos cambios, ya que diversas empresas como Harley-Davidson y Stellantis también han ajustado sus previsiones ante la situación comercial actual.