A pesar del acuerdo alcanzado entre Washington y Bruselas para reducir los aranceles a las importaciones europeas, los principales fabricantes alemanes de automóviles reportaron una caída significativa en sus beneficios durante el primer semestre de 2025. El ajuste, que reduce los aranceles del 27.5% inicialmente propuesto por el gobierno de Donald Trump a un 15%, no ha sido suficiente para mitigar el impacto financiero en marcas como Porsche, Audi, BMW y Mercedes-Benz.
El Grupo Volkswagen, que incluye marcas como Audi, Porsche, Seat y Cupra, registró una disminución del 36.6% en sus beneficios netos, alcanzando los 4,005 millones de euros. En este contexto, Porsche se encuentra particularmente expuesta, ya que produce exclusivamente en Alemania. “Porsche sólo puede vender en Estados Unidos si exporta desde Alemania, lo que complica su situación bajo el arancel del 15%”, explicó Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación Automotriz (CAR).
La caída de ventas en China y la presión arancelaria en EU provocaron que Porsche redujera sus beneficios netos un 66.4%, hasta los 724 millones de euros. Oliver Blume, presidente del Consejo de Administración de Porsche, reconoció que “los aranceles de importación también están ejerciendo una enorme presión sobre nuestro negocio”.
Audi enfrenta un escenario aún más complejo. Al no contar con plantas en EU, sus vehículos fabricados en la planta de San José Chiapa, Puebla, están sujetos a un arancel del 25%, que podría escalar hasta el 50% si se modifican las condiciones de la prórroga otorgada a México. En el primer semestre de 2025, Audi reportó una caída del 37.5% en sus beneficios, con pérdidas estimadas en 600 millones de euros.
BMW y Mercedes-Benz, aunque mejor posicionadas por sus plantas en territorio estadounidense, también reportaron retrocesos. BMW, que incluye las marcas Mini y Rolls-Royce, obtuvo 4,015 millones de euros, un 29% menos que el año anterior. Mercedes-Benz, con una planta que produce todoterrenos para exportación, registró una caída del 55.8% en sus beneficios netos, alcanzando los 2,688 millones de euros.
Desde Mercedes-Benz calificaron el acuerdo del 15% como “un paso significativo” que representa “un alivio importante para la industria alemana del automóvil”. Sin embargo, como señaló Dudenhöffer, “los aranceles acordados ahora también suponen una carga para las exportaciones europeas y, por tanto, para los consumidores y las empresas que operan a nivel mundial”.