A pesar de la imposición de aranceles del 25% a los vehículos importados por el Gobierno de Donald Trump, Nissan no tiene planes de reducir su capacidad de producción. Christian Meunier, presidente de Nissan Américas, enfatizó que la compañía continuará fabricando sus modelos, a pesar de los retos que representa el aumento de costos.
Meunier advirtió que los nuevos gravámenes complicarán el acceso a vehículos asequibles, afectando especialmente a la clase media y baja, que podrían verse obligadas a optar por autos usados debido a los precios elevados. Sin embargo, Nissan no ajustará su producción ni se retirará del segmento de autos accesibles, lo que refuerza su compromiso con los consumidores.
El directivo reconoció que los modelos de menos de 30,000 dólares, como el Nissan Versa, producido en México, serán los más afectados por los impuestos adicionales. No obstante, aunque Nissan estudia alternativas como trasladar parte de su fabricación a Estados Unidos, Meunier subrayó que la empresa necesita acceso a autopartes mexicanas para mantener la rentabilidad y competitividad de sus vehículos.
Además de los aranceles sobre autos, la industria enfrenta restricciones a la importación de motores, transmisiones y baterías de iones de litio, lo que podría encarecer aún más la producción. A pesar de este panorama desafiante, Nissan mantiene su postura de no reducir su producción y continuar ofreciendo opciones accesibles para los compradores.