De acuerdo con Plusmining, los proyectos mineros en Chile representan el 53% del total de inversiones en América Latina, con un portafolio de más de 84,000 millones de dólares en iniciativas relacionadas al cobre. Este monto supera ampliamente las inversiones de Perú (32,768 millones de dólares) y Argentina (22,132 millones de dólares), consolidando a Chile como el principal destino de inversión minera en la región.
Entre las grandes iniciativas que destacan en este contexto se encuentran los 13,700 millones de dólares anunciados por BHP, los 7,570 millones de Antofagasta Minerals y los 7,500 millones que invertirán Freeport y Codelco en la expansión de El Abra. Según expertos, empresarios y autoridades, estas inversiones marcan el inicio de un nuevo ciclo para el sector minero del país.
En términos de proyecciones, la Corporación Chilena del Cobre (Cochilco) estima que para 2032 se invertirán más de 65,000 millones de dólares en proyectos mineros, de los cuales dos tercios provendrán del sector privado. Solo en 2025, se esperan inversiones por 9,583 millones de dólares, concentradas en su mayoría en la industria cuprífera.
Sin embargo, a pesar de estas inversiones, la industria enfrenta retos importantes como la tendencia a la baja en la ley del mineral y el aumento de los costos operativos. En 2023, Chile experimentó su 18º año consecutivo de declive en producción de cobre, con 5.2 millones de toneladas, aunque se espera un leve incremento en 2024 y un crecimiento de 3% para 2025.
El Banco Central prevé que la inversión minera continuará expandiéndose en los próximos años, con un crecimiento proyectado de 20% en la Formación Bruta de Capital Fijo entre 2024 y 2026, consolidando aún más el rol de Chile como líder en la minería latinoamericana.