La cadena de suministro de hidrocarburos y petrolíferos en México —desde la extracción hasta el punto de venta— está sujeta al cumplimiento del Anexo 30 de la RMF 2025. Esta disposición fiscal exige que cada actor registre sus operaciones de manera precisa, consolidada y conforme a las reglas vigentes.
Productores, refinerías, transportistas, terminales, comercializadores y estaciones de servicio deben respaldar sus datos en la Unidad de Control de Cumplimiento (UCC), garantizando integridad, trazabilidad y protección contra alteraciones. Cada evento queda registrado en bitácoras que permiten auditorías y supervisión efectiva.
El sistema activa alertas automáticas ante discrepancias volumétricas superiores al 0.5% en líquidos o 1% en gaseosos, así como por inconsistencias de inventario, fallas técnicas o accesos no autorizados. Las anomalías no corregidas en 72 horas también generan alertas.
Para facilitar este cumplimiento, empresas como CalPro, Dynatics y Petroshark ofrecen soluciones tecnológicas que permiten integrar, proteger y monitorear los datos operativos en tiempo real, fortaleciendo la supervisión regulatoria en toda la cadena energética.






