El grupo automotriz Volkswagen revisó a la baja sus pronósticos para 2025, tras registrar depreciaciones contables y asumir costos derivados de la estrategia de Porsche, que busca mantener la producción de vehículos con motor de combustión. La compañía ahora estima una rentabilidad operativa sobre la facturación de entre 2% y 3%, frente al rango anterior de 4% a 5%.
Volkswagen también informó que no prevé flujo de caja neto este año en su división automovilística, cuando antes estimaba entre 1,000 y 3,000 millones de euros. La empresa, que agrupa marcas como Seat, Cupra, Skoda y Audi, ajustó además su previsión de liquidez neta a 30,000 millones de euros, por debajo del rango previo de 31,000 a 33,000 millones.
Los cambios se producen luego de que Porsche anunciara una nueva meta de rentabilidad sobre ventas de entre 10% y 15% a mediano plazo, entre 2026 y 2030, inferior al objetivo anterior de 15% a 17%. Para este año, la marca prevé una rentabilidad de hasta 2%, afectada por provisiones y depreciaciones en proyectos abandonados.
Porsche indicó que busca mayor flexibilidad en los sistemas de propulsión, lo que implica continuar con la fabricación de modelos con motor de combustión. Esta decisión impactará directamente en los resultados de Volkswagen, que estima una afectación operativa de 5,100 millones de euros por los ajustes en los planes de largo plazo de su filial.
Volkswagen tiene previsto publicar sus resultados del tercer trimestre el 30 de octubre, en medio de un entorno de reconfiguración estratégica y ajustes financieros. La compañía continúa evaluando sus objetivos de rentabilidad y liquidez frente a los cambios en el mercado y las decisiones internas de sus marcas.