Boeing y el sindicato IAM-District 751, que representa a más de 33,000 trabajadores, anunciaron un acuerdo de principio para resolver la huelga iniciada el 13 de septiembre. La propuesta será sometida a votación el próximo 23 de octubre.
El acuerdo ofrece un incremento salarial del 35% en cuatro años, superando la oferta inicial de entre el 25% y 30%, aunque por debajo del 40% que exigía el sindicato. Las negociaciones, iniciadas en mayo y con mediadores federales desde septiembre, lograron finalmente este avance, aunque aún persisten desacuerdos en torno al convenio colectivo.
La huelga ha detenido la producción en las fábricas de Renton y Everett, afectando modelos clave como el 737, 777 y varios aviones militares. La paralización también provocó cargas antes de impuestos por 5,000 millones de dólares en las cuentas del tercer trimestre de Boeing.
Además, la compañía confirmó la reducción del 10% de su plantilla en los próximos meses, como parte de un plan para mitigar los efectos financieros.
Según un informe del Anderson Economic Group, el paro laboral ha causado pérdidas directas por 7,600 millones de dólares, afectando tanto a Boeing como a sus proveedores.
Boeing empleaba a más de 170,000 personas a finales de 2023, y el impacto financiero se extiende también al cese temporal de la producción del modelo 767 Freighter.