El desacuerdo de Estados Unidos con México sobre su plan para limitar las importaciones de maíz transgénico carece de fundamentos comerciales y, en cambio, tiene una motivación “política”, dijo la Secretaría de Economía.
Estados Unidos ha dicho que podría considerar acudir a un panel de disputa comercial bajo el T-MEC si es que no logra una resolución favorable a la disputa en torno al plan de México, que prohibiría el maíz genéticamente modificado para consumo humano.
En respuesta, la Secretaría de Economía dijo en un comunicado que la posición del país latinoamericano en torno al maíz transgénico es compatible con los compromisos suscritos en el acuerdo comercial, que también incluye a Canadá.
“El diferendo de Estados Unidos sobre el decreto que regula el maíz transgénico carece de fundamentos comerciales. Su motivación, en realidad, es política. Como lo reconociera públicamente el propio secretario de Agricultura estadunidense, Tom Vilsack, se trata de una cuestión de principios”, declaró.
No obstante, agregó, si Estados Unidos quisiera llevar el diferendo a un panel de disputa, “tendría que demostrar cuantitativamente, es decir, poner en cifras, algo que no ha ocurrido: que el decreto del maíz afecta comercialmente a sus importaciones”.