El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha solicitado el desmantelamiento parcial del negocio publicitario de Google, argumentando que la empresa ha mantenido prácticas monopolísticas que afectan la competencia en el sector.
La propuesta presentada ante un juez federal detalla que Google deberá vender dos de sus principales servicios publicitarios: AdX, su plataforma de intercambio de anuncios, y DoubleClick for Publishers (DFP), su servidor de anuncios para editores. La medida busca reintroducir la competencia en el mercado publicitario digital, limitando el control de la tecnológica sobre la oferta publicitaria.
El fallo surge tras una sentencia emitida en abril, en la que un tribunal determinó que Google adquirió y mantuvo deliberadamente un poder monopolístico, vinculando ilegalmente herramientas dentro de su ecosistema de tecnología publicitaria. El gobierno estadounidense considera que el dominio de Google restringe la competencia y afecta directamente a editores y anunciantes, generando un ecosistema desigual en el mercado digital.
“Estas medidas son necesarias para terminar con los monopolios de Google, negarle los frutos de sus violaciones y evitar que esto vuelva a ocurrir en el futuro”, sostiene la propuesta del Departamento de Justicia.
Además de la venta de AdX y la eliminación progresiva de DFP, el documento judicial establece que Google deberá abstenerse de operar en plataformas de intercambio de anuncios durante un periodo de diez años. También se exige que su herramienta de compra de anuncios, AdWords, sea abierta para que funcione con servicios de tecnología publicitaria de terceros.
Por su parte, Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, rechazó la propuesta, argumentando que afectaría a los editores y anunciantes. “Las medidas van mucho más allá de las conclusiones del Tribunal y carecen de fundamento jurídico”, afirmó.
Ante la presión legal, Google ha planteado alternativas, como la publicación de pujas en tiempo real de AdX para todos los servidores de anuncios de terceros, en un intento por mantener su participación en el mercado publicitario sin desmantelar sus negocios clave.