Ford ha anunciado un recorte de 4,000 empleos en sus operaciones en Europa y Reino Unido, que se llevará a cabo hasta finales de 2027. Este ajuste no afectará a la planta de Almussafes en Valencia, que ya tiene su propio plan de reestructuración, aunque otras operaciones en España sí experimentarán modificaciones, aunque mínimas.
La automotriz justifica esta medida debido a un “periodo de disrupción” en la industria del automóvil, especialmente en Europa, donde enfrenta desafíos económicos, regulatorios y competitivos sin precedentes. Ford ha registrado pérdidas importantes en su negocio de vehículos de pasajeros en la región y está lidiando con los efectos del cambio hacia los vehículos electrificados y la competencia emergente.
Entre julio y septiembre, la compañía reportó una caída del 16.7% en su beneficio neto global, a pesar de un aumento en los ingresos. Esta situación ha llevado a la automotriz a ajustar la producción de nuevos modelos eléctricos como el Explorer y el Capri, lo que impactará en la jornada laboral de la planta de Colonia, en Alemania.
Ford también ha enviado una carta al Gobierno alemán solicitando mayor apoyo para la industria automotriz, incluyendo inversiones en infraestructura de recarga y más incentivos para la adopción de vehículos eléctricos.
La compañía reafirma que estas medidas son esenciales para garantizar su competitividad futura en Europa.