Por Alejandro Preinfalk, presidente y CEO de Siemens México, Centroamérica y Caribe
A nivel global existen macrotendencias que están preocupando a la humanidad y que nos hace estar en una o varias encrucijadas críticas. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la población mundial para 2050 estará entre 9,700 millones y 10,000 millones de personas en todo el mundo. Este crecimiento exponencial, combinado con los efectos cada vez más severos del cambio climático que afectan la disponibilidad de los recursos naturales en el planeta, plantea desafíos monumentales para la seguridad alimentaria global. Es decir, más bocas, menos recursos.
Tradicionalmente, las prácticas agrícolas y la producción de carne, tal como las conocemos hoy, no serán suficientes para satisfacer la demanda de alimentos de manera sostenible. La industria cárnica requiere enormes cantidades de agua, tierra y energía. Además, contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro lado, los cultivos agrícolas enfrentan amenazas como la desertificación, la pérdida de biodiversidad, plagas resistentes y fenómenos climáticos extremos. Si no se transforma el sistema alimentario, millones de personas podrían enfrentar inseguridad alimentaria crónica.
En este contexto, la biotecnología emerge como una aliada clave, y dentro de ella, una herramienta disruptiva está ganando protagonismo: los gemelos digitales.
Científicos y emprendedores alrededor del mundo están explorando nuevas fuentes de proteínas que sean sostenibles, escalables y nutritivas. Entre ellas destacan: Proteínas vegetales (soya, chícharo, lentejas); microalgas (espirulina, chlorella); hongos y micoproteínas; insectos comestibles; proteínas cultivadas en laboratorio.
Gemelo digital en acción
La startup búlgara Nasekomo plantea que el futuro de la alimentación animal sostenible podría ser del tamaño de un insecto como la Mosca Soldado Negra, la cual transforma, de manera natural, subproductos de la industria agrícola y de bebidas en valiosos nutrientes y proteínas sostenibles.
Nasekomo emplea Siemens Xcelerator para orquestar todo el proceso, desde los controles ambientales hasta los ciclos de alimentación, funciona con la máxima eficiencia. Sensores con IA monitorean continuamente millones de larvas en tiempo real con precisión para garantizar condiciones óptimas de crecimiento y eficiencia.
Los involucrados en este proyecto aseguran que esta bioconversión no solo reduce el desperdicio, sino que también crea una fuente de alimento rica en aminoácidos esenciales, libre de antibióticos y con una huella ambiental mínima.






