La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha fijado su postura ante la propuesta de Estados Unidos a la modificación de la regulación voluntaria de etiquetado “Product of USA” o “Producto de Estados Unidos” para productos cárnicos, avícolas y de huevo, publicado el día de hoy por el Servicio de Inspección de Inocuidad Alimentaria (FSIS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
La propuesta no considera la naturaleza de integración de productores, ganaderos e industrias cárnicas de México y Estados Unidos; asimismo, el ganado y los productos cárnicos de ambos países se comercializan libre de arancel a través de nuestras fronteras, ya sea para su sustancial transformación, sacrificio, y/o procesamiento y consumo.
En el comunicado se destacó que esta integración comercial hace de nuestra región un mercado más competitivo, seguro y con productos de calidad, la cual ha permitido que los productos cárnicos sean más accesibles para los consumidores.
Agricultura aseguró que “la propuesta de regulación, aun cuando se trate de un reclamo voluntario, podría traer implicaciones para discriminar las exportaciones mexicanas de animales vivos y productos cárnicos” además generar incentivos de retroceso, inconsistencia y oposición con las obligaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para cumplir con el fallo en el caso de etiquetado-de-país-de-origen (COOL) en productos cárnicos, de las cuales México se reserva sus derechos.
Es importante remarcar que México ha abastecido carne y productos de res y cerdo a Estados Unidos, conformando un mercado con un alto y profundo grado de integración. Actualmente, México es el segundo proveedor de carne de res y productos derivados para dicha nación, representando el 24% de las importaciones totales estadounidenses.
Tan solo en 2022, el valor de las exportaciones mexicanas de ganado bovino, carne de res y sus derivados a Estados Unidos ascendió a $2,531 millones de dólares, incluyendo 871 mil cabezas de ganado y 280 mil toneladas de carne de res y productos derivados, así como casi $250 millones de dólares en carne de cerdo y sus derivados, equivalentes a 60 mil toneladas.