General Motors (GM) relanzó su estrategia de conducción autónoma tras el cierre de Cruise, su antigua división de robotaxis. El nuevo enfoque se centra en el desarrollo de vehículos sin conductor para uso particular, con una primera fase que contempla conducción “manos libres y ojos cerrados” con presencia humana a bordo. El objetivo final es lograr un sistema capaz de operar sin intervención del conductor.
Sterling Anderson, exjefe de Autopilot en Tesla y nuevo responsable de desarrollo de producto en GM, presentó el plan en una reunión interna el 6 de agosto. Anderson afirmó que “la autonomía es el futuro” y que GM buscará incorporar talento especializado, incluyendo excolaboradores de Cruise, en su oficina de Mountain View, California.
La compañía confirmó que está operando vehículos conducidos por humanos en vías públicas para recopilar datos con tecnología lidar. Estos datos alimentan modelos de simulación que sirven como base para el desarrollo de sistemas de conducción autónoma. “Estamos acelerando el desarrollo de tecnología capaz de funcionar sin supervisión humana activa”, señaló la portavoz Chaiti Sen.
El cierre de Cruise en 2024 se dio tras un incidente grave con un peatón, lo que derivó en sanciones regulatorias y la salida de varios ejecutivos, incluido el entonces CEO Kyle Vogt. A pesar de los recortes —incluidos mil despidos en Cruise— GM mantiene su compromiso con la autonomía, según reiteró la directora ejecutiva Mary Barra en la presentación de resultados del segundo trimestre.
Aunque la empresa eliminó su meta pública de lanzar un vehículo autónomo a mediados de la década, el desarrollo continúa en paralelo con el sistema Super Cruise. La conducción autónoma, junto con la innovación en baterías y el fortalecimiento de la cadena de suministro nacional, figura entre las prioridades estratégicas de GM para los próximos años.