A casi un mes de haberse emitido la orden ejecutiva para reducir entre un 30% y 80% el precio de ciertos medicamentos en Estados Unidos, el acuerdo con las farmacéuticas sigue sin concretarse. La medida busca igualar los precios nacionales con los de otros países desarrollados, un ajuste que genera incertidumbre en la industria.
El CEO de Pfizer, Albert Bourla, confirmó que ya han comenzado reuniones entre el gobierno y las farmacéuticas, aunque aún no se han definido compromisos. “Las reuniones fueron cordiales, pero aún no se profundizó en el contenido. Solo se trata de entender ideas de alto nivel y sin compromisos”, afirmó durante la 46ª Conferencia Global Anual de Salud, organizada por Goldman Sachs.
La orden ejecutiva contempla dos escenarios: ajustar los precios internos a la baja para igualarlos con mercados europeos o incrementar los precios internacionales para reducir la brecha con los costos de Estados Unidos. Según Bourla, “el resultado podría ser desde nada hasta algo muy grande”, lo que deja abiertas múltiples posibilidades para la industria farmacéutica.
Ante la presión del gobierno estadounidense, existe expectativa sobre si los países europeos aceptarán incrementar sus precios para adaptarse al nuevo esquema de mercado. Bourla indicó que, si la regulación avanza, Pfizer podría retirar ciertos productos del esquema de reembolsos gubernamentales, aunque permanecerían disponibles en el mercado abierto.
El debate sobre la reducción de precios en medicamentos y su impacto en el mercado internacional sigue abierto. Mientras la administración estadounidense busca modificar el esquema de costos, la industria farmacéutica evalúa los efectos de estas medidas en la producción, inversión y acceso a tratamientos.