Samsung Electronics firmó un acuerdo por 16,500 millones de dólares con Tesla para fabricar los chips AI6 de próxima generación, destinados a los sistemas de conducción autónoma de la automotriz. El contrato, que se extenderá hasta finales de 2033, representa una victoria estratégica para la división de fundición de Samsung, que ha enfrentado dificultades para atraer pedidos relevantes y aprovechar su capacidad instalada.
La producción se llevará a cabo en la planta que Samsung construye en Taylor, Texas, cuya apertura fue pospuesta hasta 2026. Elon Musk confirmó el acuerdo en X y destacó su relevancia: “Es difícil exagerar la importancia estratégica de esto”, escribió. También afirmó que el valor anunciado es “lo mínimo indispensable” y que la producción real será “varias veces superior”. Musk ha sido autorizado para colaborar directamente en la optimización de la línea de fabricación.
El chip AI6 será el núcleo del hardware de conducción de Tesla en los próximos años, reemplazando al actual sistema AI4, también producido por Samsung. En paralelo, el chip intermedio AI5 será fabricado por TSMC, primero en Taiwán y luego en Arizona, lo que refleja la estrategia de Tesla de diversificar su cadena de suministro sin perder foco en el salto tecnológico que representa la generación AI6.
Aunque el contrato representa una fracción de los ingresos anuales de la fundición, analistas como Ryu Young-ho consideran que su valor radica en el potencial de innovación a largo plazo. En palabras del propio Musk, el futuro de Tesla dependerá de alcanzar la conducción autónoma real, un objetivo que aún enfrenta obstáculos técnicos y financieros.