Tesla Inc ha puesto este lunes la primera piedra de su nueva refinería de litio en Texas que, de acuerdo su CEO, Elon Musk, debería producir suficiente metal para baterías como para fabricar alrededor de un millón de vehículos eléctricos en 2025, lo que la convertiría en el mayor procesador norteamericano de este material.
La instalación llevará a Tesla más allá de su actividad principal de fabricación de automóviles y la introducirá en el complejo sector del refinado y procesamiento del litio, un paso que Musk considera necesario si el gigante automovilístico quiere cumplir sus ambiciosos objetivos de ventas de vehículos eléctricos.
“Si vemos unos años más adelante, un punto de estrangulamiento fundamental en el avance de los vehículos eléctricos es la disponibilidad de litio para baterías”, declaró Musk, y agregó que tiene previsto terminar la construcción de la fábrica el año que viene y alcanzar la plena producción un año después.
Esta medida convertirá a Tesla en el único gran fabricante de automóviles de Norteamérica que refinará su propio litio, compitiendo directamente con China, líder en procesamiento de minerales críticos: “Texas quiere ser autosuficiente y no depender de ninguna nación extranjera hostil para lo que necesitamos. Necesitamos litio”, agregó el gobernador de Texas, Greg Abbott, en la ceremonia.
Aunque no especificó el volumen de litio que la instalación procesaría anualmente, Musk aseguró que seguirán comprando el metal a sus proveedores, entre los que se incluyen Livent Corp y Albemarle Corp, la cual tiene previsto construir una planta de procesamiento de litio en Carolina del Sur que refinará 100,000 toneladas de este metal al año e iniciaría funciones a finales de esta década.
Musk no comento de dónde sacará Tesla el concentrado de espodumeno que se procesará en la planta, aunque la compañía tiene acuerdos de suministro con Piedmont Lithium Inc y otras empresas.
Operaciones limpias
Tesla se propone evitar el proceso de refinado convencional de la industria del litio, basado en ácido sulfúrico y otros productos químicos fuertes, en favor de materiales menos agresivos para el medio ambiente, como la ceniza de sosa: “Se podía vivir justo en medio de la refinería y no sufrir ningún efecto nocivo. Así que son operaciones muy limpias”, dijo Musk, aunque los medios de comunicación locales alertaron sobre las preocupaciones expresadas por algunos defensores del medio ambiente.
Este anuncio no fue el primero relacionado con la intención de Tesla de aventurarse en la producción de litio; ya en 2020, Musk comunicó a los accionistas que la compañía se había hecho con los derechos de 10.000 acres en Nevada, donde pretendía producir litio a partir de depósitos de arcilla, algo que nunca antes se había hecho a escala comercial. Aunque presumía que la empresa había desarrollado un proceso propio para producir litio de forma sostenible a partir de esos depósitos de arcilla de Nevada, Tesla sigue sin desplegar dicho proceso.
Tesla dijo el mes pasado que el reciente desplome de los precios del litio y otras materias primas ayudaría a los maltrechos márgenes de Tesla en la segunda mitad del año, y la refinería es la última expansión de Tesla en Texas después de que la compañía trasladara allí su sede desde California en 2021. Las otras empresas de Musk, incluyendo como SpaceX y The Boring Company, también tienen operaciones en Texas.
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