El director ejecutivo de Toyota Motor Corp, Akio Toyoda, continuará representando una fuerza dominante dentro del mayor fabricante de automóviles del mundo durante los próximos años; asimismo, seguirá influyendo en la agenda aún después de dejar el cargo en el mes de abril, dijeron expertos y personas familiarizadas con la firma.
Toyoda, de 66 años, anunció este jueves que el primero de abril de este año “se haría a un lado” del cargo como presidente de la compañía que su abuelo fundó en 1937. Igualmente, entregará el mando a Koji Sato, de 53 años, el director ejecutivo de la marca de lujo Lexus, de Toyota.
En los últimos años, Toyota se ha convertido en el objetivo de controversia por parte de activistas e inversores ecológicos que alguna vez anunciaron su tecnología híbrida; actualmente, Toyota anunció la adopción (tardía) de vehículos eléctricos (EV) para su próxima producción.
A medida que el fabricante de vehículos eléctricos de EE. UU. Tesla Inc llamó la atención por su innovación, Toyota y el mismo Toyoda a menudo parecían desconectados del espíritu de la época mientras defendían los híbridos de batería y gasolina y, finalmente, los automóviles alimentados con hidrógeno.
La reacción del mercado al anuncio de Toyoda fue silenciosa: el precio de las acciones del fabricante de automóviles cambió poco el pasado viernes, ya que los inversores apostaron a que es poco probable que la compañía vea una gran revisión en el futuro previsible.
“El nuevo nombramiento se trata menos de un cambio de dirección y más de una cuidadosa consideración, de la mejor manera posible, de organizar el traspaso, evitando interrupciones y caos”, dijo Julie Boote, analista de Pelham Smithers Associates en Londres. “Es probable que permanezca (Toyada) activo como presidente durante mucho tiempo y continúe dejando su huella en Toyota”.
A los 53 años, Sato se convertirá en uno de los pocos “forasteros” (no miembros de la familia Toyoda) que han ocupado el puesto más alto en un fabricante de automóviles, cuya posición e influencia dentro de las empresas japonesas no pueden exagerarse. La cadena de suministro de Toyota se extiende a unos 60.000 proveedores, por lo que es fundamental para los puestos de trabajo en la tercera economía más grande del mundo.