El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado la emisión de un decreto que detendrá las exportaciones de carbón a Israel. Esta medida, según el Gobierno, se toma con el propósito de evitar que los recursos provenientes de estas exportaciones contribuyan a la prolongación del conflicto en la región.
La decisión ha generado una rápida reacción por parte de la Asociación Colombiana de Minería (ACM). Su presidente, Juan Camilo Nariño, expresó preocupación, señalando que la suspensión podría implicar el incumplimiento de compromisos internacionales de Colombia, los cuales “deben ser respetados”. Nariño subrayó que la medida podría minar la confianza de los mercados y la inversión extranjera, además de poner en riesgo los Tratados de Libre Comercio (TLC) vigentes con Israel.
Desde la perspectiva del gremio minero, la prohibición no solo afectará la economía a nivel macro, sino que también tendrá repercusiones significativas a nivel local. “En un contexto de dificultades fiscales por un menor recaudo y con muchos municipios enfrentando necesidades presupuestales, prohibir las exportaciones de carbón a Israel es una medida que impactará principalmente a miles de colombianos”, afirmó Nariño.
Israel es considerado un destino clave para las exportaciones de carbón térmico producido en Colombia. Según la ACM, la decisión del gobierno podría afectar ingresos por más de 650,000 millones de pesos (165 millones de dólares) anuales provenientes de impuestos, regalías y contribuciones.
En el primer cuatrimestre del año, las exportaciones de Colombia a Medio Oriente ascendieron a 15,707 millones de pesos, de los cuales 101.7 millones correspondieron a Israel, representando el 0.6% del total. La suspensión de estas exportaciones podría, por tanto, tener un impacto limitado en términos de comercio total, pero significativo para los ingresos específicos relacionados con el carbón térmico.
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