Por Ramón Álvarez, Vice President, Capgemini North LATAM
Las cadenas de suministro han estado bajo presión durante los últimos años como consecuencia del aumento significativo en las expectativas de los clientes, la pandemia del Covid-19 y por la aparición de nuevos jugadores que incrementan la competencia en el mercado. Esta situación refleja la importancia de que la industria en general avance hacia la automatización y transforme la manera en la que han trabajado durante décadas.
Actualmente, los procesos de las cadenas de suministro carecen de flexibilidad y escalabilidad para ajustarse a la volatilidad del comercio mundial. También se ha identificado una gran dependencia de sistemas fragmentados (muchos de ellos heredados) y de procesos manuales, mismos que dificultan la integración de extremo a extremo. Este cúmulo de factores termina por impactar en otras áreas como la satisfacción del cliente, entregas tardías y planeaciones de abastecimiento.
Conscientes de estas problemáticas, los ejecutivos de la cadena de suministro ya desarrollan cadenas mucho más resistentes y ágiles. De acuerdo con el estudio “Moving to an Autonomous Supply Chain” realizado por la firma de analistas NelsonHall en colaboración con Capgemini en 2021, aproximadamente un tercio de las empresas a nivel mundial planea, durante los próximos dos años, emprender importantes iniciativas enfocadas en la autonomía de sus propias cadenas.
Y aunque para muchos parezca una obra titánica tener una cadena de suministro autónoma, la realidad es que las organizaciones pueden solicitar consultoras y asistencia para hacerlo posible. De hecho, el mismo estudió reveló que el 84% de las empresas encuestadas involucrarán a proveedores externos para planear e implementar de manera conjunta sus iniciativas, mismas que se enfocarán en tres áreas clave como: la planificación y pronóstico, optimización de la cadena de suministro y su ejecución.
Dicho lo anterior, comparto los factores que deben tomar en cuenta las organizaciones que quieran transitar hacia esta automatización, recordándoles que transformar una cadena de suministro es, hasta cierto punto, un viaje que nunca acabará porque siempre hay que innovar.
- Obtener un patrocinio. Estamos en una volatilidad económica y muchas organizaciones no están todavía lo suficientemente preparadas para comprometerse con proyectos de fuerte inversión y a largo plazo. Por tal razón, se recomienda que las organizaciones establezcan periodos adecuados para comenzar esta transición, realicen algún convenio para no enfrentar solos un gasto y que tengan claridad de los retornos de inversión que podrían obtener al transformar sus cadenas de suministro.
- Repensar los procesos actuales y definir una hoja de ruta. Es vital tener una visión clara de las áreas que se quieran cambiar y tener un camino definido para transformar la cadena de suministro. De esta manera será más fácil desarrollar una serie de proyectos complementarios a corto plazo, los cuales entregarán un retorno demostrable de la inversión en un marco de tiempo aceptable.
- Usar pilotos antes de implementar de manera general. Es importante pilotear cada etapa de este viaje para implementar iniciativas funcionales que logren solucionar todos los retos previamente planteados. También se recomienda identificar cualquier tipo de falla presentada en el trayecto y que se comprenda internamente para hacer una implementación efectiva.
- Obtener más información y garantizar su confiabilidad. Es importante utilizar cualquier tipo de canales de comunicación para recopilar datos. De esta manera se integran de manera efectiva las campañas de los principales minoristas para mejorar el pronóstico de la demanda. En lo que respecta a la oferta, se recomienda obtener más datos de proveedores clave para desarrollar un pronóstico de mayor alcance y complementario.
- Contar con capital humano interno y externo. Los equipos de trabajo (internos y externos) deben operar como una unidad integrada bajo objetivos comunes. Tan importante es que los proveedores marquen la ruta más adecuada para automatizar las cadenas de suministro, como que los mismos colaboradores la sigan para posteriormente ejecutarla una vez implementada.
Si bien falta todavía un camino por recorrer para que la industria opere con una auténtica cadena de suministro autónoma, veo un panorama muy positivo, ya que actualmente contamos con la tecnología y con el conocimiento suficiente para que esto sea una realidad en unos años. Las organizaciones y proveedores deben trabajar de manera conjunta para llegar al punto en que las cadenas de suministro funcionen sin la necesidad de la intervención humana.