Por Alejandro Preinfalk, presidente y CEO de Siemens para México, Centroamérica y el Caribe.
La inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo industrial, marcando un punto de inflexión para los negocios de este sector, donde la eficiencia es clave para el éxito. Esto no es fortuito: un informe de KPMG sobre la IA generativa refiere los principales beneficios de aplicar esta tecnología en la industria, de los que destacan: mayor rentabilidad (20%), mayor innovación (18%), aumento de la eficiencia y productividad, al automatizar los procesos (17%), y nuevos productos / oportunidades de crecimiento de mercado (16%).
La IA no sólo hace la vida más fácil y predecible a la industria, sino que también es crucial para que las organizaciones logren gestionar el ritmo, escala y complejidad del cambio transformador en el que se encuentra el mundo empresarial actual, para volverse más productivas y sostenibles, con la digitalización como el principal catalizador. En otras palabras, gracias a la IA, es posible mantener el control de las diferentes variables del negocio, para enfrentar los giros bruscos del mercado, administrar los recursos de mejor forma y mantener el foco en la estrategia sin perder el impulso.
Esto no surgió de la noche a la mañana. La industria ha estado desarrollando la IA desde hace más de 50 años, para hacer de ella una tecnología segura, confiable y adecuada para el uso industrial. Actualmente, la IA industrial cumple con los requisitos de los entornos más exigentes: por ejemplo, ya podemos comunicarnos con máquinas, software y equipos usando el lenguaje natural; la IA también habilita la posibilidad de tomar ventaja de las simulaciones, para visualizar problemas antes de que ocurran y ocasionen afectaciones importantes, y en el terreno de la sostenibilidad, permite aprovechar datos de los gemelos digitales para hacer las cosas más rápidas en el “mundo virtual primero”, optimizando la eficiencia y facilitándonos el hacer más con menos.
El reto: llevar la IA hacia adelante con el poder de los datos y algo más
Sin los datos, la IA no tendría el mismo valor; estos son la base de todo lo que ofrece al sector industrial. Podría decirse que lo que hace la IA es conectar datos y brindarnos los medios para transformarlos en información significativa, y los números en información procesable.
El potencial de cara al futuro es enorme, la inmensa cantidad de información, es hoy el motor de los negocios. Podremos desarrollar nuevas soluciones de IA industrial más rápido gracias al poder de los datos. Pasaremos de aprovechar únicamente textos, imágenes, videos y código, a
Por todo esto, es innegable el interés que captura la IA: de acuerdo con Bain & Company, a principios de 2024, el 87% de las empresas ya estaban desarrollando o probando la IA generativa, o bien ya la tenían implementada; en promedio, sus inversiones en esta materia son de $5 millones de dólares al año, y en una quinta parte de los grandes corporativos la cifra aumenta a $50 millones anuales. Con todo, sólo el 35% del total de organizaciones encuestadas tienen una visión claramente definida de cómo crearán valor comercial a partir de esta tecnología.
La pregunta es: ¿cómo impulsamos la IA hacia una mayor evolución? Según destaca un reciente informe de Reuters en colaboración con Siemens, el valor real y el beneficio potencial de la IA residen en el mundo industrial, que es la columna vertebral de nuestras economías. La mayor oportunidad está en extraer las partes más útiles de la IA industrial y combinarlas con datos u otras tecnologías, como los gemelos digitales o la automatización definida por software; esto sería un súper potenciador para la transformación digital y la sostenibilidad.
Sólo hemos arañado la superficie. Cosechar todos los beneficios de la IA industrial dependerá en gran medida de que los negocios industriales logren dominar las complejidades, adopten esta tecnología y realmente lleguen a escalarla e impulsarla. Éste es el momento de ser creativos y audaces para catapultar el desarrollo y aplicación de la IA.
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